Feeling o Sensación

A veces escuchamos una ejecución de batería, y nos damos cuenta rápidamente que no tiene el "sabor" natural del género musical al que la canción pertenece. Y aunque se haya tocado respetando el patrón de digitación original (sticking), queda siempre esa sensación de que algo le falta.

Algo parecido puede ocurrir al intentar versionar un tema en un género distinto al original. Si bien modificar la métrica de una canción puede ser factible y legítimo, más aún si el fin que se persigue es abrir nuevos mercados, nunca debería perder el "feeling" que caracteriza su versión original, o adquirir aquel que es propio del género hacia el cual se le versiona.

Un caso palmario es la adaptación que se hace de las claves "afro", inicialmente empleadas para métricas ternarias ("3/4") y convertidas a la métrica cuaternaria ("4/4"). Esto es natural, porque no se puede soslayar la importancia de la migración sur y centroamericana a los Estados Unidos, donde la música latina ha ganado muchos adeptos entre la población anglosajona. Es más, existen grandes bateristas norteamericanos que se han especializado en ritmos afrocubanos, y que los ejecutan con un "saoco" impresionante.

Como afirma el gran baterista cubano Ignacio Berroa, ese "feeling" o "feel" es el sentimiento con que se toca una canción, pero también la sensación que ésta produce en tus eventuales oyentes. Esta es por cierto una característica de género, y que se basa en factores de diversa importancia, pero todos trascendentes.

El primero a tener en cuenta es obviamente el ostinatto, que no es más que esa base rítmica que creamos con el bombo para conferirle identidad de género a un tema.

Aunque las permutaciones rítmicas suelen apelar a simples juegos matemáticos con el fin de dar cadencia, valor y posición pentagráfica a cada golpe que apliquemos, es la acentuación otra característica sustantiva de cada género, ya que establece el matiz de una pieza musical de momento a momento, o de golpe a golpe. Esto es lo que los bateristas solemos denominar Dinámica Interna.

Un tercer elemento a considerar es la tímbrica, esto es, que las voces del set vayan acorde con el género que se habrá de tocar. Por ello debemos contar con los percutibles adecuados, pero también dominar el arte de la afinación.

Existe asimismo un cuarto criterio muchas veces soslayado, y es el de los desplazamientos temporales. Este consiste en emplear una fdc (fracción de compás) distinta a la usual, con un valor rítmico menor que el de las figuras comunes del pentagrama de batería. Su fin es crear la ilusión rítmica de tocar alguna parte del set un poquito atrasado o algo adelantado, dándole otro feeling a la ejecución.

Es pues necesario respetar estos cuatro criterios, para que un tema en particular adquiera tipicidad, que se sienta el aire del género, y la ejecución no resulte caprichosa y carente de una clara identidad. Esa sensación es la que vas a transferir al oyente al momento de ejecutar tu instrumento, y la que puede hacer la diferencia entre la forma en que tú tocas la batería y cómo lo hace otro.